En
nuestro día a día nos relacionamos con mucha gente, directa o
indirectamente. Aunque no interaccionemos con ellos, aunque no
dirijamos la palabra absolutamente a nadie, vemos lo que hacen.
Observamos.
A
raíz de estos dos tipos de interacción, he sacado en claro que un
número muy grande (demasiado para mi gusto, y para el de más de
uno, yo creo) de todas esas personas intentan ser “normales” y
seguir unas pautas de comportamiento “normales” para integrarse
en la sociedad, para ser uno más.
Entrecomillo
“normales”, porque tras escudriñar y analizar las actuaciones de
esta “gente normal”, he sacado en conclusión que esos
comportamientos son REALMENTE ANORMALES.
Y
no digo esto porque esas gentes quieran encajar, de algún modo, en
la sociedad porque soy un bicho raro ni nada de eso; sino que estos
individuos son propensos a hacer cosas que yo ni por asomo haría.
Véase vestirse de una forma concreta porque los demás lo hacen;
hacer/decir equis cosas, aunque no compartan esas opiniones o no
quieran llevar a cabo esas acciones, ya que, de lo contrario, no
serían aceptados, les criticarían, les mirarían raro y, por
consiguiente, no serían aceptados en ese grupo de “gente normal”.
Si
nos fijamos bien, la gran parte de la sociedad joven, ya que es la
más influenciable, es la más propensa a comportarse de esta forma
tan “normal”.
Justamente,
esta joven sociedad española, tan poco criticada — véase
la ironía —, tan eficiente
en los estudios, tan civilizada, es quién se comporta de una manera
tan “normal”. ¿No os pasa que veis a estos adolescentes tan
“normales” y os dan ganas de matar?
Mucha
gente joven, estos tan “normales” que menciono, toman sus
ejemplos de “normalidad” de la televisión, donde se muestra
justamente lo que debería tomarse como algo fuera de lo normal más
bien, o aunque fuera, debería sorprendernos que emitieran ciertos
tipos de cosas, sobre todo en el canal que está en el centro de
nuestro mando de la tele. Sí, ese; el de la rima bonita.
Por
si fuera poco, y para más inri, estos jóvenes tan dotados de
“normalidad” tienen unos ídolos que realmente dan VERGÜENZA
AJENA, con además una capacidad intelectual nula. Unos modelos a
seguir muy “normales”.
Creo
que me explico bien y todo el mundo puede reconocer a qué tipo de
conductas me estoy refiriendo; o, al menos, el 90% lo entenderá, ya que mi público es anormal en su mayoría, como debe ser. Los
que no lo entiendan supongo que serán... No sé, ¿”normales”?
De todos modos, tiene que haber de todo en este mundo y tampoco vamos
a privar de leer esto a la gente “normal”.
Dicho
lo cual, podemos decir, sin pudor alguno, que estos seres tan
básicos, con tanta falta de personalidad, tan “normales” son,
realmente, unos anormales de tomo y lomo.
Así
que ya sabéis, a seguir siendo “normales”.
Buenos
días.