Como todos bien sabemos, el 9N, la votación con la que el pueblo catalán mostraría su voluntad sobre la independencia, ya aconteció; con unos resultados que han dado que hablar.
Antes de nada, quería recordar a quien me esté leyendo, la opinión que di sobre este día aquí http://joelchevas.blogspot.com.es/2014/09/paradoja-anti-catalanista.html
Como bien sabemos, la participación ha sido, con diferencia, bastante más grande (unos 2.250.000 personas), que en las pasadas Elecciones Europeas (aproximadamente 1.345.000 personas).
No se trata de un referéndum con garantías democráticas plenas, sino de una consulta, en la que se incluyen extranjeros con residencia en Cataluña con más de tres años de vigencia, los mayores de 16 años con DNI español y los no residentes en Cataluña, que también podían votar. Por lo tanto, no podemos contar con un censo oficial de potenciales votantes, por lo que tenemos que orientarnos con cifras, por ejemplo, del INE.
Según el INE, la población que reside en Cataluña sin especificar nacionalidad alguna y nacida antes de 1998; lo que viene a ser la gente que podía participar en esta consulta, es de, exactamente, 6.228.531 personas (unos 5,4 ciudadanos catalanes y 900.000 extranjeros residentes).
Dicho lo cual, y volviendo los datos de participación de la consulta, encontramos cómo casi un 81% de los votantes marcaron el Sí-Sí en su papeleta, lo que hace un total de unos 1.8 millones de votos.
Podríamos decir que ha sido un éxito rotundo, ¿verdad? Más de un 80% apoyan la independencia de Cataluña, consultada mediante una votación a la que tantas vueltas se le ha dado y tanto se ha hablado sobre ella.
En mi opinión, esta consulta, a lo que resultados se refiere, podría calificarse de bastante lamentable. Mucho ruido y pocas nueces.
Una votación a la que tantísima publicidad se le ha dado, que no haya conseguido ni un tercio de todos los votos posibles, me parece bastante triste.
Personalmente, me esperaba una participación de unos cuatro millones de personas donde el Sí-Sí fuera mayoritario; ya que, por el bombo que se le ha dado a esta consulta, la mayoría del pueblo catalán a favor de la independencia parecía increíblemente abrumadora.
Mi pregunta es, ¿si esto hubiera sido un referéndum real, qué hubiera pasado?
Mucha gente, la inmensa mayoría, partidaria del NO se ha abstenido, ya que esta votación no era nada más que un acto simbólico, promulgado por aquellos que estaban a favor del Sí-Sí. Por consiguiente, es más que claro que en caso de un referéndum real, como el que se pudo ver en Escocia, en el que participó un 85% del censo, los resultados, a mi juicio serían diferentes. Tan diferentes que, por lo que he podido ver, ahora creo que el NO barrería el Sí-Sí (opinión completamente contraria por mi parte, hasta ver los resultados de esta consulta).
Por lo tanto, espero que en un futuro podamos contemplar un referéndum REAL Y VINCULANTE y ver si me equivoco o estoy en lo cierto.
Una cosa queda clara, debe haber derecho a decidir.