lunes, 10 de noviembre de 2014

9N, MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES


Como todos bien sabemos, el 9N, la votación con la que el pueblo catalán mostraría su voluntad sobre la independencia, ya aconteció; con unos resultados que han dado que hablar.

Antes de nada, quería recordar a quien me esté leyendo, la opinión que di sobre este día aquí http://joelchevas.blogspot.com.es/2014/09/paradoja-anti-catalanista.html

Como bien sabemos, la participación ha sido, con diferencia, bastante más grande (unos 2.250.000 personas), que en las pasadas Elecciones Europeas (aproximadamente 1.345.000 personas).

No se trata de un referéndum con garantías democráticas plenas, sino de una consulta, en la que se incluyen extranjeros con residencia en Cataluña con más de tres años de vigencia, los mayores de 16 años con DNI español y los no residentes en Cataluña, que también podían votar. Por lo tanto, no podemos contar con un censo oficial de potenciales votantes, por lo que tenemos que orientarnos con cifras, por ejemplo, del INE.

Según el INE, la población que reside en Cataluña sin especificar nacionalidad alguna y nacida antes de 1998; lo que viene a ser la gente que podía participar en esta consulta, es de, exactamente, 6.228.531 personas (unos 5,4 ciudadanos catalanes y 900.000 extranjeros residentes).

Dicho lo cual, y volviendo los datos de participación de la consulta, encontramos cómo casi un 81% de los votantes marcaron el Sí-Sí en su papeleta, lo que hace un total de unos 1.8 millones de votos.

Podríamos decir que ha sido un éxito rotundo, ¿verdad? Más de un 80% apoyan la independencia de Cataluña, consultada mediante una votación a la que tantas vueltas se le ha dado y tanto se ha hablado sobre ella.

En mi opinión, esta consulta, a lo que resultados se refiere, podría calificarse de bastante lamentable. Mucho ruido y pocas nueces. 

Una votación a la que tantísima publicidad se le ha dado, que no haya conseguido ni un tercio de todos los votos posibles, me parece bastante triste. 

Personalmente, me esperaba una participación de unos cuatro millones de personas donde el Sí-Sí fuera mayoritario; ya que, por el bombo que se le ha dado a esta consulta, la mayoría del pueblo catalán a favor de la independencia parecía increíblemente abrumadora.

Mi pregunta es, ¿si esto hubiera sido un referéndum real, qué hubiera pasado?

Mucha gente, la inmensa mayoría, partidaria del NO se ha abstenido, ya que esta votación no era nada más que un acto simbólico, promulgado por aquellos que estaban a favor del Sí-Sí. Por consiguiente, es más que claro que en caso de un referéndum real, como el que se pudo ver en Escocia, en el que participó un 85% del censo, los resultados, a mi juicio serían diferentes. Tan diferentes que, por lo que he podido ver, ahora creo que el NO barrería el Sí-Sí (opinión completamente contraria por mi parte, hasta ver los resultados de esta consulta).

Por lo tanto, espero que en un futuro podamos contemplar un referéndum REAL Y VINCULANTE y ver si me equivoco o estoy en lo cierto.

Una cosa queda clara, debe haber derecho a decidir.

jueves, 23 de octubre de 2014

GENTE NORMAL

En nuestro día a día nos relacionamos con mucha gente, directa o indirectamente. Aunque no interaccionemos con ellos, aunque no dirijamos la palabra absolutamente a nadie, vemos lo que hacen. Observamos.

A raíz de estos dos tipos de interacción, he sacado en claro que un número muy grande (demasiado para mi gusto, y para el de más de uno, yo creo) de todas esas personas intentan ser “normales” y seguir unas pautas de comportamiento “normales” para integrarse en la sociedad, para ser uno más.

Entrecomillo “normales”, porque tras escudriñar y analizar las actuaciones de esta “gente normal”, he sacado en conclusión que esos comportamientos son REALMENTE ANORMALES.

Y no digo esto porque esas gentes quieran encajar, de algún modo, en la sociedad porque soy un bicho raro ni nada de eso; sino que estos individuos son propensos a hacer cosas que yo ni por asomo haría. Véase vestirse de una forma concreta porque los demás lo hacen; hacer/decir equis cosas, aunque no compartan esas opiniones o no quieran llevar a cabo esas acciones, ya que, de lo contrario, no serían aceptados, les criticarían, les mirarían raro y, por consiguiente, no serían aceptados en ese grupo de “gente normal”.

Si nos fijamos bien, la gran parte de la sociedad joven, ya que es la más influenciable, es la más propensa a comportarse de esta forma tan “normal”.

Justamente, esta joven sociedad española, tan poco criticada — véase la ironía —, tan eficiente en los estudios, tan civilizada, es quién se comporta de una manera tan “normal”. ¿No os pasa que veis a estos adolescentes tan “normales” y os dan ganas de matar?

Mucha gente joven, estos tan “normales” que menciono, toman sus ejemplos de “normalidad” de la televisión, donde se muestra justamente lo que debería tomarse como algo fuera de lo normal más bien, o aunque fuera, debería sorprendernos que emitieran ciertos tipos de cosas, sobre todo en el canal que está en el centro de nuestro mando de la tele. Sí, ese; el de la rima bonita.

Por si fuera poco, y para más inri, estos jóvenes tan dotados de “normalidad” tienen unos ídolos que realmente dan VERGÜENZA AJENA, con además una capacidad intelectual nula. Unos modelos a seguir muy “normales”.

Creo que me explico bien y todo el mundo puede reconocer a qué tipo de conductas me estoy refiriendo; o, al menos, el 90% lo entenderá, ya que mi público es anormal en su mayoría, como debe ser. Los que no lo entiendan supongo que serán... No sé, ¿”normales”? De todos modos, tiene que haber de todo en este mundo y tampoco vamos a privar de leer esto a la gente “normal”.

Dicho lo cual, podemos decir, sin pudor alguno, que estos seres tan básicos, con tanta falta de personalidad, tan “normales” son, realmente, unos anormales de tomo y lomo.

Así que ya sabéis, a seguir siendo “normales”.



Buenos días.



martes, 30 de septiembre de 2014

PARADOJA ANTI-CATALANISTA


Se acerca el 9-N y la tensión entre catalanes y patriotas es más que latente.

Tras la manifestación en la avenida Diagonal y la Gran Vía, donde se formó un recorrido de 11 kilómetros de distancia en forma de “V”, con casi dos millones de participantes en la susodicha, la voluntad del pueblo catalán quedó más que clara.

Aún así, se habla de una Cataluña “dividida” entre independentistas y no-independentistas, aunque el 86% de la población esté a favor de la consulta.

El otro día, el Tribunal Constitucional suspendió la consulta catalana, hecho que ha empavonado a los defensores de la cohesión de España.

En este grupo de personas encontramos a varios individuos curiosísimos que a mí, personalmente, me sorprenden.

Aquí nos topamos con los anti-independentistas, que no importa en la Comunidad Autónoma en la que residan, que defenderán la unión de España con uñas y dientes, pero a su vez, mostrarán un odio incondicional increíble hacia Cataluña, los catalanes y todo lo referente a su cultura.

Esta paradoja, que la verdad no sé cómo denominar, me resulta realmente graciosa ya que desean mantener en su propio país ciudadanos que odian sin motivo alguno.

¿No sería más sencillo apoyar su independencia y quitártelos de encima?

Por si aún no conoce ni ha visto nunca a nadie así, os voy a dar unas pautas con las que reconoceréis a estos individuos, por comentarios tales como:

  • ¿Qué pone en tu DNI?”
  • Os va a comprar el cava quién yo te diga”.
  • Pues ya lo siento, el Barça a jugar contra el Hospitalet”.
  • Si hace falta os sacamos los tanques”.
  • Cataluña es ETA”.
  • Si no te gusta, vete a Cuba a vivir”.
  • Que me digas qué coño pone en tu DNI”. (Esta es la frase estrella y,por consiguiente, es la más repetida).

Gracias a estas frases, encontrarás a muchos patriotas anti-catalanes en tus redes sociales favoritas, programas de televisión o en tu bar más cercano. Una vez localizados, aprovecha para rebatir sus argumentos con gran facilidad y pasar un buen rato discutiendo con ineptos.


Que paséis un buen día.

miércoles, 21 de mayo de 2014

HAY QUE VOTAR EN LAS EUROPEAS


Se acerca el 25 de mayo, día en que en las elecciones europeas se elegirán a los representantes españoles para el Parlamento Europeo. Estando cada vez más cerca esta fecha, he oído – y leído – a mucha gente decir que no va a votar; que no importa a quién vote, que el resultado va a ser el mismo.

El sufragio universal se estableció en España en la Constitución de 1931 y, unos pocos años más adelante, ese derecho desapareció “gracias” a la dictadura de Franco. Un derecho por el que tanto hemos luchado, por el que tanta gente ha muerto, que puede hacer cambiar las cosas, ¿vamos a tirarlo y vamos a dejar pasar esta oportunidad así como así? NO.

Que vayas a votar el 25 de mayo no quiere decir que tengas que votar al PP o al PSOE sí o sí, hay muchos otros. En mi opinión el objetivo primordial es tirar a estos dos partidos del poder, y no solo del gobierno, sino que la opinión ciudadana debería verse reflejada en estas próximas elecciones europeas.

Estos partidos tienen que ver que ya no nos toman el pelo, que ya hemos despertado, que no somos tontos. Sabemos lo que ocurre. Ya no hay ni derechas ni izquierdas, ambos partidos son exactamente lo mismo, un grupo de incompetentes solo con un nombre y color distinto.

Dicho lo cual, en este breve post, os animo a TODOS a votar en las próximas elecciones. A apostar por los partidos minoritarios, con nuevos aires, con ganas de mejorar la deplorable situación actual puede ser una gran alternativa frente a los dos “grandes” que ya he mencionado y de sobra conocemos.

HAY QUE VOTAR en 'las europeas' e intentar echar a esta gentuza del poder, poco a poco. Que tengan miedo, que vean que sus trapicheos ya no cuelan, y acaben cayendo en las generales. Porque recordad, nosotros solos, yendo cada uno por nuestra cuenta, somos débiles, irrelevantes, un simple número; pero todos unidos, podemos hacer que cambie la situación.


sábado, 10 de mayo de 2014

ESPAÑA CATETA


Siempre he oído comentarios sobre las posibles deficiencias mentales que los pertenecientes al actual gobierno puedan tener, cosa que no descarto en absoluto.

El nulo conocimiento de inglés que nuestros “representantes” elegidos por una mayoría absoluta que aún no he logrado entender, han dejado en evidencia a los ciudadanos de este país en evidencia. Tenemos el denigrante discurso de Ana Botella como un ejemplo bastante claro de lo que estoy hablando.

Vale, de acuerdo, los políticos son muy tontos, o solo listos para lo que quieren. ¿Pero quiénes son los que más audiencia tienen tanto en los programas de diario como los fines de semana por la noche? ¡Vaya! ¡Qué sorpresa! Ahí aparecen los ilustres personajes de Telecinco. Puede que esto parezca un discurso algo populista, pero es la realidad. Nos quejamos de unos representantes inútiles y con poca cultura, cuando lo que más audiencia tiene es más de lo mismo.

Pasemos ahora a la juventud de hoy en día. Los resultados que se han obtenido últimamente no nos han puesto que digamos en el TOP europeo ni mucho menos. Un resultado bastante bajo es lo que se ha obtenido, demostrando la incompetencia de los más jóvenes. Dicho lo cual, me surge una pregunta:

¿Realmente nos merecemos a la gentuza que tenemos gobernándonos? ¿No se supone que representan a una gran mayoría de los españoles? ¿No es cierto que una gran parte de la sociedad española es de una calaña similar en todos los aspectos? Nuestra sociedad debe cambiar y tiene que hacerlo YA. Pensad en ello. Un saludo.


viernes, 14 de febrero de 2014

¿DÓNDE ESTOY?

Estaba desorientado, rodeado por la oscuridad no sabía lo que hacer. ¿Dónde me hallaba? ¿Qué hacía aquí? ¿Cómo había llegado a este lugar?

No veía absolutamente nada. La habitación, cubierta por la oscuridad, imposibilitaba que fuera capaz de reconocer dónde estaba. Comencé a caminar. Como un ciego sin bastón intentaba palpar lo que me rodeaba y no golpearme con los objetos que podrían encontrarse en aquel siniestro espacio.

Poco a poco la vista se fue acostumbrando a la oscuridad y empecé a percibir las formas que allí se encontraban. A duras penas me percaté de una especie de estructura sólida y más alta que yo, con lo que evité dañarme con una de sus esquinas. Mi desconcierto aumentaba por momentos. Súbitamente mi estómago comenzó a rugir. Necesitaba comida. Mis pulsaciones se dispararon y sentía todo tipo de sensaciones, nada satisfactorias. No tenía más remedio que seguir explorando, casi a ciegas, la celda en la que estaba, así que seguí caminando.

Paso a paso, llegué hasta la pared. Era una pared fría, rugosa y descascarillada, seguramente a causa de las humedades. No me detuve y continué tocando la pared, con las esperanzas de encontrar algo de luz, ya que el tenue ambiente del lugar sólo me permitía reconocer las siluetas de los objetos que me rodeaban.

Algo sobresalía de aquella pared. Parecía un pomo. Por fin encontré la puerta que daría salida a este lugar, el cual desconocía. Giré lo que se asemejaba al pomo de una puerta y, tras un chasquido, la puerta se abrió.

Me encontraba en un pasillo un tanto familiar. Lo poco que podía apreciar me transmitía esa sensación; yo ya había estado allí antes. El hambre se acentuaba cada vez más, así que no tuve más remedio que avanzar para así, con suerte, conseguir algún alimento.

Guiándome con una mano puesta en la rugosa pared llegué hasta una esquina. Tras cruzarla, aprecié que volvía a sentir un tacto muy parejo a la de la puerta del principio, con lo que decidí abrirla.

Acto seguido, pulsé un interruptor que por fortuna hallé, con lo que se encendió la luz.

Para mi sorpresa, estaba en mi propia cocina, hambriento y desorientado por haberme acabado de despertar de la siesta. Inesperadamente, mi madre se dirigió a mí diciendo: “Hijo, he estado los últimos diez minutos observándote y parecías un auténtico gilipollas. Vale que a veces te despiertes de la siesta y no sepas ni dónde estás, pero es que tienes treinta y cuatro años. Que tenemos una edad, por Dios”.